ORGANIZACION DE LA FORMA

El adjetivo bidimensional se utiliza para calificar a aquello que tiene dos dimensiones (2D). Un cuerpo que se proyecta a lo largo y a lo ancho, por ejemplo, cuenta con dos dimensiones. En cambio, si también tiene profundidad, se trata de un objeto con tres dimensiones (3D) y recibe el calificativo de tridimensional.
Por lo general las dimensiones se definen a partir de la cantidad mínima de coordenadas que se necesitan para la especificación de un punto cualquiera en ella. De este modo, podemos afirmar que una línea es unidimensional: alcanza una sola coordenada para ubicar un punto.
En el caso de los elementos bidimensionales, se requieren dos coordenadas para lograr la especificación de un punto. Los polígonos, como los cuadrados o los triángulos, son bidimensionales debido a que, para situar un punto, es necesario establecer la longitud y la latitud. Siguiendo con esta lógica, la localización de un punto en un cuerpo tridimensional (como un cubo) exige conocer tres coordenadas.
Es habitual que se indique que nuestro mundo tiene cuatro dimensiones: tres espaciales y una temporal. Los movimientos que realizamos son hacia la izquierda o la derecha, hacia delante o hacia atrás y hacia abajo o hacia arriba, pudiendo establecerse distintas combinaciones. En el caso de la dimensión temporal, habría una única dirección.







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